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Resistencia a la temperatura:
Pueden soportar temperaturas extremas, desde -40°C hasta 200°C, y en algunos casos hasta 300°C durante períodos cortos.
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Resistencia química:
Son resistentes a una amplia variedad de fluidos, incluyendo aceites, combustibles, ácidos y alcalinos.
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Resistencia al desgaste:
Son muy resistentes a la abrasión y el desgaste, lo que garantiza una larga vida útil.
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Rendimiento superior:
Ofrecen un rendimiento de sellado superior en comparación con otros tipos de retenes, especialmente en aplicaciones exigentes.
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Bajo hinchamiento:
Mínima expansión o deformación al entrar en contacto con fluidos.
- Retenes de aceite de cigüeñal, caja de cambios, horquilla de moto, árbol de transmisión, bomba de agua y bujía.
- Sellos hidráulicos en maquinaria industrial y equipos.
- Juntas tóricas en sistemas de combustible y otros sistemas donde la resistencia a la temperatura y químicos es crucial.